Relatos de lo excepcionalmente cotidiano

¿Y si tuviéramos marcos de interpretación de la realidad distintos?

martes, 1 de noviembre de 2011

Siete más uno, infinito.

Siete más una no suman ocho. Suman la felicidad asegurada. Siete morenas y una rubia. Ocho de ciencias menos dos herejes de letras. Seis inútiles y dos salvavidas; bueno y una que intenta salvar bichos, y otra que ayuda a las salvavidas. En total, ocho mujeres, bastante desorientadas que no saben ni por donde se ha de caminar. Algunas salvan las tormentas en los barcos que otra construye, otras se ven inmersas en los días grises de los pasados ya lejanos. Pero todas juntas.

Los caminos están por separarse, no existen caminos para ocho personas, son ocho vidas, pero si existen los cruces, las travesías compartidas. Y saben que nunca acabarán, que más pronto que tarde, acaban por reencontrarse. Y en realidad no es un reencuentro, porque el tiempo ni siquiera pasa por ellas. Son demasiado especiales como par que el tiempo se atreva a visitarlas. No son ocho, son un infinito.

Vuelven una y otra vez a los mismos errores, a la misma piedra mal puesta, pero siempre vuelven a por la que se queda atrás. Ya saben la mecánica. Una cae y siete levantan.

No oses tocar a ninguna, ni el más mínimo roce puede herirlas. Y aquél que hace daño, se enfrenta a la marea que ocho diosas pueden provocar. No es un pacto, no es una regla, es un hecho. Porque el dolor de una es sentido por todas. Porque la alegría de una, es compartida entre todas. Y porque si falta una, ya no suman ocho, ya no es el infinito.

No es pacto, no es un grupo, es el infinito. Ocho princesas, que además de aprender a vivir, aprender que la vida fuera del PLAN no es lo mismo. Si dibujas ocho líneas paralelas obtendrás ocho vías, siempre rectas, siempre hacia el horizonte. Pero ¿quién te ha dicho que ellas van en paralelo? Si antes afirmamos que había cruces y travesías compartidas es porque quizás no buscan el horizonte. Pero… ¿Qué buscan entonces?

Y yo te pregunto ¿Qué quiere buscar la persona que suma el infinito, si ese infinito le supone obtener lo finito? Sus caminos se cruzan por una sencilla razón: porque quieren cruzarse, sin más, sin motivos, sin visión de futuro. O quizás si haya uno…recordar lo ya vivido, pararse a mirar las fotos que otra hizo y pensar que eso solo es el principio de otra travesía, de la que por supuesto, salir juntas. ¿Cómo si no se sale de esto? ¿No hay otro modo?

¿Acaso existe una persona que pueda reemplazar a otra? Pues por eso tampoco existe otro modo de vivir el PLAN. Eres el PLAN, te necesita el PLAN, eres una de las ocho fuerzas que compone esta marea, este torbellino que no vamos a frenar.

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