Relatos de lo excepcionalmente cotidiano

¿Y si tuviéramos marcos de interpretación de la realidad distintos?

martes, 20 de diciembre de 2011

Fríos cálidos.

Voy a no reflexionar esto que siento y dejaré que sea mi piel la que juzgue el realismo de lo sentido, de lo no visto, de lo admirado en las pupilas. Voy a tomarle el pulso al ahogo que me sostiene y a pedirle que no me deje respirar. Necesitar algo más que la melodía, me resulta cosa del pasado. Moverme entre mis negras y tus fusas balanceadas por nuestros sí mayores. Quintas armónicas de tus pensamientos parecen mis ideas. Son etéreos los pegasos que guían mi caminar, destellos de estrellas en los que construir faros alumbran el fin de este viaje. Más allá de todo y más acá de la nada, te espero, junto al recodo que nuestros dedos entrelazados decidieron; siempre detrás del estanco que ese Sol nos alumbra en las noches más lúcidas, en los fríos más cálidos.

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