Relatos de lo excepcionalmente cotidiano

¿Y si tuviéramos marcos de interpretación de la realidad distintos?

miércoles, 11 de abril de 2012

Se condena a un mendigo a quince años de vida en las calles por amar a la persona equivocada.

Hazme la puta guerra,
Viólame las entrañas,
Se infinitamente cruel,
Destrúyeme.

Con el deseo del que espera la muerte,
La noche despierta,
Los sentimientos regresan,
Los mendigos saludan al frío, y
Perséfone saluda de nuevo.

La negrura del dolor,
Calmada por el llanto,
Gritaba en silencio,
Imploraba clemencia.

Nunca viaje tan bello,
Resultó tan arduo,
Nunca blancura tan pura,
Se tiñó de tales espantos.

“Imploramos compasión,
Imploramos existir,
Imploramos ser humanos,
Imploramos calor… humano.”

Tu egoísmo daña,
Apuñala más que el frío de sus noches,
Más que haber perdido todo,
Más que nada es tu indiferencia.

La humanidad pasó de moda,
La belleza pura está corrupta,
La piedad causó baja,
La esperanza escasea,
Todas pasaron de largo.

“Deseo una mirada,
Al menos una,
Una chispa que me caliente,
Que me permita vivir.

Vivir que no sobrevivir,
Ese fue mi delito,
Mi condena,
Y, mi felicidad.


Allá en el infinitivo pacté tu salvación,
La sonrisa de los lunes,
La energía de las noches,
Los sueños de los indefensos.

Barra libre de sueños,
Caricias a deshora y,
Botones obedientes;
Sin duda fue un buen pacto.

Yo no te prometí
Gloria, ni reconocimiento,
Ni éxtasis de sexo,
Ni momentos imborrables.

Yo te prometí
La profundidad con la que miro a la vida,
La sencillez del anonimato,
El éxtasis de cada segundo compartido.

Te prometí otoños de flores,
Fotos a color de momentos lejanos,
Libros entre los que desnudarnos
Y nubes que comernos.

Que infinito nos reclame, o
Que finito sea novio de la muerte,
Ya carece de sentido.

Cadena perpetua al desprecio,
Al desamor,
A las calles,
Al frío,
A ser pisado por tu altanería.

No te deseo esto,
No te deseo riquezas,
No te deseo compasión,
No te deseo sonrisas,

Te deseo pasión,
Que metas mano,
Que seas descarado,
Que la vida no te asuste.

A cambio de la pureza de tu alma,
Yo pago con mi vida, pero
Te exijo, que me la devuelvas sucia,
Gastada, maltratada, agotada,
Que se note que has vivido.”

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