Relatos de lo excepcionalmente cotidiano

¿Y si tuviéramos marcos de interpretación de la realidad distintos?

miércoles, 21 de marzo de 2012

Hace tiempos que se acabaron los milagros.

Hace tiempo que se acabaron los milagros,
que falta amor en nuestras calles,
o que la gratitud y el altruismo escasean.

Hace tiempo que noto que a mi mundo le falta algo,
que le sobran malas noticias a los telediarios,
y que las lágrimas pasean más que de costumbre.

Hace tiempo que extraño la sonrisa de los lunes,
la energía que mueve nuestras vidas,
y los abrazos gratis en plenos exámenes.

Hace tiempo que echo de menos este mundo,
a los valientes Romeos y Julietas que sobreviven a sus rupturas,
a los humildes que ceden su sitio a los orgullosos.

Hace tiempo que no creo recuerdos,
que nada me merece la pena,
que respiro por inercia.

Hace tiempo que espero un milagro,
el milagro del día a día,
el milagro de no enfadarse por tonterías

Hace tiempo que anhelo tus labios,
esos que me sabían a recompensa,
esos que me demostraban que hacía lo correcto.

Hace tiempo que miro con los ojos muy abiertos,
que observo a mucha gente, a pocos humanos,
que apenas descubro manos tendidas para el desconsolado.

No quería hacer un poema triste, sino reivindicativo,
no quería echarte la culpa de nada mi amor,
no quería defraudarte.

Sólo quería ser la mano tendida, el milagro de no enfadarme,
la sonrisa de los lunes y la energía que nos moviera,
solo quería que entendieras que esto lo hago por el mundo,
por el que quiero dejarte.


No hay comentarios:

Publicar un comentario