Relatos de lo excepcionalmente cotidiano

¿Y si tuviéramos marcos de interpretación de la realidad distintos?

miércoles, 22 de febrero de 2012

Todo o nada

No escondas lo que sientes por miedo a ser frágil,
como aquellos
que por guardar tan bien lo que más les importa,
lo pierden para siempre.

Órdago a mi corazón,
navajazo al tiempo,
copazo del tirón y a herir tus labios.

Me juré ser racional y que nada me perturbara,
me juré promesas cargadas de mentiras,
me juré una vida cómoda y normal,
me juré ser como vosotros.

Apareció la perdición con nombre de perversión,
aparecieron los hurtos de tiempo,
los asesinatos a pulmones autosuficientes,
apareciste tú.

Los labios sobados son puertas a la experiencia,
los botones nuestra única frontera,
y tras una descarada duda entre el siempre y el nunca,
basta de amores a medio gas.

Nunca pude mirar al que por miedo cierra su corazón,
detesté al cobarde que no rompe el papel de regalo,
me jode el que mete mano y no toca el alma.

No lo niego,
te quiero más que tú a mí,
te quiero más allá de mi tinta.

Te jodes porque me heriste hasta el basta,
ahora me debes una solución,
te acepto una noche en silencio,
te acepto que me beses después de.

Si quieres te perdono,
si quieres me mudo al fin del mundo,
si quieres me hago guerrera,
si quieres repito los abrazos irrepetibles,
si quieres arranco el futuro al destino.

Si quieres sumo minutos a los besos eternos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario