Relatos de lo excepcionalmente cotidiano

¿Y si tuviéramos marcos de interpretación de la realidad distintos?

domingo, 22 de enero de 2012

Un par de cuestiones fotográficas.

He decidido inundar tu pasado. Sí, como si pudiera cambiarlo. Y voy a hacerlo porque afecta a tu forma de mirar el presente. El presente conmigo. Obviamente lo hago por interés. Por puro egoísmo y beneficio hacía mi persona. Soy así de cínica. Y de progre. Él siempre me insultaba llamándome progre y a mí me encantaba, me parecía un piropo. Y por eso de que soy progre y una invasora de pasados voy a retocar el tuyo, para que me mires de otro modo. Para entenderte. Para que me entiendas. Puro egoísmo de progre. Lo hago porque me interesas. Mucho. Cómo me interesan las leyes. Y porque me pones. Como me ponen los folios en blanco y los bolis Bic. Copulo con las letras, la tinta. Y con tu mente. Paso de tu culo. Y me interesa que seas feliz. Me interesa que seas feliz para que me hagas feliz a mí, no por otra cosa. Vuelta al egoísmo. Me hago gracia llamándome egoísta, porque mi filosofía de vida es hacer con los demás lo que me gustaría que hicieran conmigo. Soy así de simple. Obsérvame y verás lo que quiero. No soy compleja, sólo profunda. Y eso es algo que si eres suficientemente listo no te asusta. Te fascina. Igual que te fascina el universo, la inmensidad del mar o la oscuridad. Yo me fascino de mi misma. Sí, me gusto. Y además me gustas y voy a cambiar la saturación de tu pasado. Perdona el uso de tecnicismos fotográficos. Pero saturar es lo que quiero, y si no lo entiendes le preguntas a mis fotografías. Si has llegado hasta aquí habrás entendido que lo que quiero es que cambiemos nuestros pasados y que satures el mío. Pero soy soñadora, no imbécil. Y como se que no puede ser, me conformo con el futuro, que fue lo que pillé más a mano. Las cuestiones de crominancia y luminancia las dejamos para el segundo capítulo, cuando estemos desnudos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario