Relatos de lo excepcionalmente cotidiano

¿Y si tuviéramos marcos de interpretación de la realidad distintos?

domingo, 6 de mayo de 2012

Versiones de uno mismo


I
Hay momentos sin música,
días de los que sólo los recuerdos hablarán,
personas que se han de marchar
y lugares que no se han de volver a pisar.

Cómo las calles nos reclaman,
cómo el frío ya no tiene a quién atacar,
cómo el amor se acomoda a nuestros cuerpos
y cómo nos teñimos de verdad,
que no era sinceridad, que si era miedo, que si era realidad.

No tienes remedio, pero tampoco mi inquietud,
si hemos de naufragar, que no sea dos veces,
que sean los mismos tripulantes,
que no seamos los mismos.

Si aquellas fotos nos llaman en unos meses,
que caminemos con el paso decidido,
que el siguiente pisotón sea a nuestra desidia,
yo te deseo más que al aire que respiro.


II
Creo que ya he estado aquí,
entre la ansiedad y el dolor,
el dolor a ser mi yo más yo,
mi yo más egoísta, más equivocado,
más rebelde que sensato.

La sensatez parece un espejismo,
me desnudo ante mis errores
juro no volverme a lastimar, tarde quizás
insensato una vez más.

Busco refugio en el inconsciente y
me devuelve abismos,
pesadillas y rumores de fracasos,
es mi pasado el que me intenta proteger.

La lucha entre lo que era, lo que fui,
lo que echo de menos,
lo que te echo de menos,
lo que me abandonaste,
lo que están a punto de provocarme.

El pasado doloroso ahora intenta protegerme,
yo, desnuda e insensata me dejo impregnar,
de un futuro que no ofrece protección,
de alguien que me robará lo que me queda,
me autolesiono.

Quizás confío en mi seguridad,
como confié en ti y como confío en ti,
o quizás lanzándome al abismo
sólo busque huir del presente,
un golpe en seco, muy doloroso,
luego vendrá mi ansiedad de paz,
luego seré yo misma.

Mi pasado me avisa,
yo tomo nota,
yo tomo nota,
voy a ganarte,
voy a romper con esto,
para nunca o
para siempre.

No hay comentarios:

Publicar un comentario