Relatos de lo excepcionalmente cotidiano

¿Y si tuviéramos marcos de interpretación de la realidad distintos?

lunes, 28 de mayo de 2012

Versiones de uno mismo III


He vuelto de una semana en tu ser y he encontrado lo de siempre,
esta habitación extrañamente fría y mía, y la pila de cuadernos
en ese cajón perfectamente ordenado, donde las palabras guardadas
son libres,
donde los pensamientos siguen mezclados con los sentimientos.

Ese viejo cajón es el caos que reinó en mi persona,
es lo que ha desembocado en esta situación, en este sentir inexperto viejo,
en esa rabia manida en dolor, en esa exaltación de libertad enamorada de amor,
en esta entropía que aturde el negro de las pesadillas.

He vuelto a no ser yo,
a desear más que nunca que el cajón cierre definitivamente, el descontrol
que allí manché con tinta ya no soy yo, aunque soy yo,
aunque me recuerdo en esos versos y remordimientos,
después de tantas estrellas a tu lado,
carecen de sentido.

Carece de sentido el dolor que oprime en estos instantes mi pecho,
la punzada aguda en el lado izquierdo,
las obligaciones me parecen más vanales que el odio,
y ya no me reflejo en esas letras llenas de intentos.

Los intentos es mejor dejarlos en fracasos,
yo no quiero intentos,
los intentos son de gente sin resolución ni potestad para el cambio,
yo tomo la decisión y las estrellas a tu lado.

Las tomo.

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